Integración a nivel psico social y familiar
“Los niños no vienen, con manual de instrucciones”. Con mucha frecuencia oímos esta frase en boca de los padres a los que atendemos. No obstante, no es totalmente cierta. Actualmente se puede acceder a más documentación que en ningún momento de la historia. Ésta ayuda a entender el proceso de evolución del niño. Habitualmente esta información es suficiente para que los padres dispongan de seguridad en el proceso psicoeducativo y de atención a sus hijos. El problema, a veces, surge cuando el niño no dispone de un desarrollo típico. Actualmente el 21‰ de los niños entre 0 y 5 años presentan algún tipo de dificultad en el desarrollo de carácter estable o permanente.
Tanto en el apartado referido a la intervención temprana, como en el de la aplicación de técnicas lúdico-cognitivas hemos hablado de la interacción con el adulto. Y resulta obvio que el entorno familiar y social ha de participar en el desarrollo psicoeducativo. El aprendizaje se produce prioritariamente en interacción (potencialidad del sujeto – objeto – interacción social), pero ésta no basta. No se trata de cualquier interacción social. Hay que conocer las características adecuadas para que se produzca una interacción social de calidad. Como primera medida hay que saber que sólo un entorno afectivo y social favorable permite el desarrollo integral óptimo. En el contexto familiar el adulto se erige como figura de afecto y seguridad permitiendo el desarrollo del apego y favoreciendo así la evolutiva infantil.
En el niño con “desarrollo atípico” el ajuste a la figura de apego puede ser más difícil. Igual ocurre con la adaptación a nuevos contextos o con el ajuste a las figuras de apego secundarias.
Por tanto, observando el entorno de intervención inicialmente como un entorno nuevo, así como la participación de un adulto desconocido (el terapeuta), podríamos encontrarnos con una situación poco apropiada al desarrollo de niño. Para resolver esta situación en Equipo DEIXIS el terapeuta lleva a cabo en colaboración con los padres una labor de adaptación del medio convirtiéndolo en predecible, regular, consistente, confortable,… así como un proceso de adaptación en la relación personal. En definitiva, se trata de crear un nuevo contexto (entorno= contexto seguro y terapeuta=figura de apego secundaria) donde el niño se sienta seguro y confiado. Esto permitirá que la información fluya y el aprendizaje se produzca de forma natural.
En cuanto a las técnicas a aplicar y siguiendo a J. Bruner, algunos “formatos” de interacción favorecen más que otros el desarrollo. En Equipo DEIXIS el adulto-terapeuta en interacción con el niño y con la familia ejerce como mediador y facilitador de formatos de calidad en la interacción.
La triada “niño-objeto-adulto” en aplicación lúdica establecerá “formatos” en los que desarrollar procesamientos, integrar actuaciones, desarrollar capacidades,… En cualquier caso y como ya dijimos en otros apartados, nuestra actuación simplemente ejerce de “palanca de primera clase” pero las experiencias se generalizan y afianzan en el entorno natural del niño, por ello, la familia ha de ser agente activo del proceso.