Integración a Nivel Psico-Social y Familiar.

Es obvio que el lenguaje oral, como facultad humana destacada, cobra su sentido en sociedad. Las personas habitualmente usan un vocabulario de unas 3.000 a 6.000 palabras aunque suelen conocer alrededor de 60.000. El paciente afásico que pierde distintas funciones lingüísticas ha de reactivar estas palabras, comprender su significado, usar correctamente las estructuras gramaticales donde se integran, etc. todo ello resulta más viable hacerlo cuando podemos contar con:

– las técnicas adecuadas,

– conocimiento sobre la vida del paciente, y

– conocimiento y apoyo de su entorno social.

El entorno cuando es favorable puede participar de forma muy positiva reactivando situaciones, recuerdos, actividades, aficiones, etc. todo equello que se relaciona con la vida anterior del paciente y con su entorno puede servir de eje en el que apoyar la rehabilitación.

La familia aporta información y en muchos casos es la que permite conocer en profundidad cuáles son las funciones que el paciente conserva, de qué situación pre-lesión partimos, y cuáles son las habilidades que en determinados momentos podemos marcar como objetivo.

La familia recibe información y apoyo sobre los recursos para favorecer la comunicación del paciente. Así mismo también ha de ser formada para favorecer la recuperación del paciente, evitar situaciones de frustración, disponer de las expectativas adecuadas, etc.

Todo lo anterior favorece el ajuste necesario a una situación totalmente nueva y difícil en sus inicios. Cuando pasa el tiempo paciente, familia y terapeuta entienden que el proceso vivido ha sido una nueva oportunidad vital.

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